Establecer priopirades, hacer juegos malabares con ellas y en ocasiones, dejarlas caer, dejar que se estrellen contra el suelo en un despiste.
No me dejes caer.
En un despiste, puedo romperme en mil pedazos, al contacto con el suelo.
Y aunque no lo creas, ya no espero nada.
A veces desearía verte arder en tu propio infierno, entre esas llamas que tu mismo alimentas y sin las que crees que no podrías vivir.
A veces desearía verme arder en mi propio infierno, entre esas llamas que yo misma alimento y sin las que creo que no podría vivir.
Arderemos y nada podrá sofocar las llamas de este incendio provocado.
La mezcla de acelerantes acabará matándonos.
Aqui estoy.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
"Y si el humo que inhalo es provocado por el fuego, ¿por qué los escalofríos?", escribí una vez.
Odio la especialización y perder perspectiva, pero no puedo seguir ya dejando que las prioridades se diluyan.
Publicar un comentario