Estoy bien, mucho mejor de lo que os atrevéis a pensar.
Decir que ahora veo las cosas de otra manera, es caer una vez más en el autoengaño, así que, prescindamos de ello; no nos repetiremos más de lo necesario, no nos engañaremos más de lo imprescindible.
Veo las cosas exactamente igual que ayer.
Cojonuda la manía persecutoria que caracteriza a la desgracia, esto nos hará buscar y buscar sin demora ni descanso, el equilibrio.
Pero yo, ya no busco el equilibrio, la agitación es mi vida, la agitación previa al descanso… y aún sigues preguntándome la razón por la que adoro las drogas depresoras…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario