lunes, 22 de diciembre de 2008

2008


Recuerdo perfectamente, como empecé este año.

En la mejor de las compañías, vaqueros, nuestras Converse, sin peinar, sin maquillar... las reinas de una noche cualquiera en la que se respiraban promesas ajenas, allá donde fueras, estaban por todas partes y nosotras, no podíamos dejar de reír.

¿Éramos felices?

Tal vez si, no teníamos nada y con nada nos bastaba para reír sin parar.

No fuimos invitadas a ninguna fiesta, no teníamos un bonito vestido, ni unos zapatos caros a juego con un ridículo bolso, nada de peinados de peluquería, ni maquillajes de fiesta.

Como escenario, las calles, como sensación, el frío, como abrigo, la risa.

Recuerdo un "Pero ¿Por qué?" lanzado al vacío y al que no esperábamos respuesta alguna.
Nunca hubo un porque a nuestras tragedias, simplemente ocurrieron y hace ya algún tiempo, nos dejamos de preguntar, que más podía pasar... teniendo una pizca de imaginación, es fácil intuir que casi todo puede ocurrir y lo que es mejor, casi todo te puede ocurrir a ti.

Recuerdo aquella noche como si solo hubieran pasado unas semanas desde entonces y ya ha pasado cerca de un año.

Un año, que amenazaba con ser diferente y que ha cumplido con sus amenazas siéndolo.
Un año en el que han ocurrido un millón de cosas, que poco a poco lo han ido cambiando todo.
Un año, en el que he mudado la piel cien veces y dejado piel muerta en cada rincón.
Un año, en el que he llorado de más por quien no lo merecía y de menos a golpe de tinta y papel.
Un año, en el que he aprendido pequeñas lecciones de grandes errores.

Un año...

A ti que siempre has estado, por lejos que yo estuviera

A todos los que de una forma u otra, habéis formado parte de mi historia a lo largo de este año

1 comentario:

Josu Sein dijo...

Es increíble la percepción del tiempo. Hace exactamente un año, las navidades pasadas, que se lanzaron señales que amenazaban con cambios, no sabía si negativos o positivos, lo que intuía era que sufriría. Un año, y es la primera vez que puedo decir literalmente que parece que fue ayer. Literalmente. Pero las señales se quedaron en el aire, y todavía estoy dudando entre decidir si ha sido un año de estancamiento o se plantaron las semillas para grandes cambios. La sensación de que fue ayer me lleva a sentir el estancamiento, porque todo sigue igual, pero al mismo tiempo ha aparecido gente nueva, he redirigido antiguos caminos desviados, y aunque sólo sea en la red, como dice mi blog, he empezado a saltar del tiempo al espacio. Espero que este año para mí sí sea diferente.